Idioma original: Castellano
Título original: Memento mori
Páginas: 564
Editorial: Suma
Año de edición: 2013
Valoración: Está bien
Primer libro que leo del autor y no está mal, aunque esperaba bastante más. Cierto es que creo fue su primer libro y que posteriormente, según afamados “gellidistas” su nivel ha aumentado exponencialmente.
La historia nos presenta a un asesino en serie, psicópata de manual, estereotipado al máximo, (infancia atormentada, adinerado, educado, guapo, con dinero, experto informático, doble personalidad…) que comienza a asesinar en la ciudad de Valladolid, donde se ambienta la novela. Como es previsible los asesinatos tienen su propia firma, en este caso un poema depositado en la boca de los cadáveres.
Frente al mismo, un cuerpo de policía, poco acostumbrado a estos sucesos en su ciudad, al frente del cual hallamos a Ramiro Sancho que dirigirá la investigación. Un tercer personaje central lo constituye un extraño psicólogo forense que ayuda a Sancho en el asunto.
El libro se lee fácilmente, si bien creo que el autor abusa de transcripciones de canciones (muchas en inglés) que no me aportaron nada, al revés, me hastiaron. No obstante, los capítulos no excesivamente largos, alternando la voz del asesino y la del detective hacen que el ritmo de lectura sea ágil.
La trama está bien construida, si bien el autor no explica algunos de los razonamientos del inspector, por lo que no podemos conocer como ha llegado a determinadas conclusiones o razonamientos. Además yo no he llegado a empatizar con Ramiro Sancho, al que veo sobreactuado en muchas partes de libro.
En definitiva, un libro super entretenido, piscinero, con la gran pega que todo queda mucho más que abierto al final del mismo.
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