Idioma original: Italiano
Título original: Sostiene Pereira
Páginas: 184
Editorial: Anagrama
Año de edición: 1995
Valoración: Muy recomendable
Hay libros atemporales y fuera de toda de moda. Libros que, independientemente de cuando, y como, lleguen a tu vida, son bien recibidos. Son los que, comúnmente llamamos clásicos. Sostiene Pereira es ya un clásico.
Libro breve, apenas 180 páginas, escrito en 1994, nos traslada a la Portugal Salarazista, al verano de 1938, con la guerra civil española en su pleno apogeo y una Europa donde los distintos bandos se van configurando de cara a lo que sería la Segunda Guerra Mundial.
Pereira, maravilloso personaje, es un periodista, responsable de la sección cultural de un diario de tarde. Católico, sin excederse y apolítico, vive anclado en sus recuerdos de juventud junto con su fallecida esposa. La cultura es su vida, y de nada más quiere saber.
Portugal se nos presenta como un país adormecido, cuya sociedad desconoce, no solamente que ocurre más allá de sus fronteras, sino que su propio sistema político es una dictadura, donde campa a sus anchas la policía política, imperan los confidentes, la tortura y las desapariciones. Los camareros manejan más información internacional que los propios periodistas, sometidos a una censura previa de todo aquello que podría ser molesto para sus aliados alemanes.
Este es el punto de partida y escenario de un libro que nos narra la evolución personal de Pereira. Sus luchas internas por querer comprender que le está pasando. Sus dudas sobre el papel de la Iglesia ante el fascismo o la idoneidad/cobardía de seguir considerándose apolítico, cuando lo que está en juego es la libertad frente el fascismo.
Es un libro delicioso, que te hace pensar y posicionarte. Un libro necesario que sin alzar la voz te grita que, ante la intolerancia y el totalitarismo, ser neutral no es una opción.